Friday, May 15, 2009

POR DONDE UNO NI SE IMAGINA

Talvés sin nada de ton ni son, pero la Biblioteca Nacional de Guatemala tiene excelentes tesoros escondidos por todo su edificio, y no me refiero a los libros. El otro día, tras regresar de las protestas en el Parque Central, decidí entrar a refrescarme un poco del calor. Y caminando por allí me dí cuenta que tienen una gran cantidad de bellezas históricas, incluyendo muebles antiguos como los que se ven en la foto. Nada mal se verían en mi apartamento rodeados de frondosas palmeras ...
Además, una colección de murales mayas que son impresionantes y que si fuera yo artista, me serivirían de gran inspiración por sus colores vívidos, formas arcaicas y a la vez modernas, y la forma en que cuentan historias que uno solo puede "mas o menos" comprender ... como por ejemplo, que una figura representa a una mujer hermosísima en azules, personajes con rostros negros y grandes tocados de plumas en la cabeza intercambiando algo ... ¿Están negociando? O un mural en rojos con un impresionante jaguar a punto de saltar y guerreros atacándose con una expresión de ira y terror tan real que es casi como verlos en vivo. Es indudable que hay pasiones que trascienden los siglos y los parametros de estilos artísticos.

Estos murales son tantos que me quedé con la intención de regresar y tomarles fotos a todos, formando asi una colección. Me encantaría reproducir uno de ellos en todo un muro de mi apartamento. Sorprendentemente, la Biblioteca Nacional tiene además varias estelas mayas.

Las estelas no tienen placas que indiquen su procedencia ni el año, pero hasta cierto punto ese descuido las hace un poco más "universales" ... el trabajo de cincelado que se aprecia en ellas es impactante y me quedé muy entretenida tratando de descifrar que figura era cada jeroglífico. Algunas figuras reconozco como números. Ah, recuerdo de mis somnolientos años de básicos en Guate estudiando la historia de los mayas ... y ahora no me recuerdo ni de como íban los números. Tendré que buscar algún libro al respecto para refrescar mi memoria. Si saben de uno bueno, recomienden.

Como sea, lo que creía sería un descansito para refrescarme de 5 minutos se convirtió en una hora muy agradable mirando y descubriendo en la frescura de sus vastos salones todos los tesoros que tienen alli. Ya he hablado del fascinante mural exterior de La Biblioteca Nacional, tallado por Efraín Recinos, pero eso es afuera en el mundanal ruido del Parque Centenario. La Biblioteca Nacional, al contrario, es un agradable remanso de frescura y paz, donde uno puede ir a hojear una revista reciente, un periódico muy antiguo, o simplemente a ver que hay.


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2 comments:

  1. Muy interesante. He ido varias veces a eventos en la Biblioteca y aunque las "vi" no las "observé". BUen post.

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  2. hey quiero conocer!!! yo no me acuerdo a ver visto todo eso... me gusta este analisis gracias!

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