Cuando estoy en los Estados Unidos, mi ciclo normal es dormirme a eso de las 3 am.
Me quedo despierta leyendo, investigando, escribiendo artículos o calificando trabajos de estudiantes--o, lo admito, en algun "pub" con amigos/as hasta altas horas discutiendo política o música y componiendo el mundo. Me levanto a las 10 am. La modorra se me va quitando casi a mediodía tras sendos galones de café y Coca-Cola Diet. Encima, duermo una larga siesta. Esto 7 días a la semana. Mi "media naranja" sufre menos por que el, en caso de necesidad, con 4 hrs de sueño está fresco mientras que yo fácil necesito unas 9 hrs de reposo.
En fin, soy animal nocturno. Eso de ver salir el sol, sentir el rocío, los pajaritos cantando, me deja indiferente, me provoca jaqueca y mal humor. En Guatemala me habitué (no por mi propio gusto y gana) a levantarme y acostarme más temprano. Pero algo en mi, una fuerza mayor que mi misma--¿serán los dioses? ¿fuerzas extraterrestres? ¿capricho?--opone tremenda resistencia.
Ultimamente me veo gravitando, como por inercia, hacia mi ritmo normal de funcionamiento. Me siento más viva en la noche. Estoy en paz en la oscuridad con mi música, metida en mi rollo. A veces quedo insomne pero por pura indigestión. Ya debería haber entendido que no debo comer picante de noche pero me sigo creyendo invencible.
Dormir en la mañana mientras la mayoría de gente está metida en el tráfico infernal camino a sus oficinas hace que uno duerma aún mejor. C'est la vie. Ya pasé mis buenos años metida en tráfico yendo a la oficina antes de volverme académica. Ganaba mucho más en marketing, pero en el ámbito universitario uno adapta su propio horario y no hay que ponerse las odiadas pantimedias. No extraño el mundo de tener que marcar el reloj.
Héme aqui, pues, bien pasada la medianoche, alternando entre mis playlists de Bach y Metallica en iTunes, a media investigación para un artículo sobre un episodio fascinante de la historia de Guatemala. Pura telenovela. Les contaré cuando ya lo tenga casi terminado para no "echarle tusha" al tema aunque la verdad es para publicarse fuera del país. Pero si lo cuento antes de tiempo como que le pierdo entusiasmo. Mañas de uno.
Siendo que mi vida, como podrán notar, es sumamente uninteresting (suena mejor en inglés que decir "aburrida") y hay más aventuras en mis sueños y en mis libros que en mi diario vivir, paso a compartirles algunos de los eventos que hacen que mi vida sea más interesante. O sea, más eventos en el Centro Histórico.
Para muestra un botón: La exposición de estudiantes de La Escuela Municipal de Escultura del año pasado (foto superior) estuvo muy buena, así que ésta exposición que se avecina promete. Les dejo con la "inquietú" de la invitación (abajo) así lo anotan en sus calendarios. La exposición tendrá lugar en Casa de Cervantes, uno de mis nuevos lugares favoritos.
Otra exposición, la de los maestros de la escuela de escultura, se expondrá en la Universidad Francisco Marroquin y la información pertinente la pueden encontrar aqui: Blog del Verde.Recuerden también que hoy viernes a las 5 pm se presentará en Casa de Cervantes el último film de Sean Penn, sin costo alguno. A eso si voy, por que me gusta el lugar y por que me gusta la actuación de Sean Penn. A ver si por allí nos vemos.
El sábado en la noche quiero ir a la obra que se está presentando en el la Sala Manuel Galich de la Universidad Popular, de lo cual ya les expuse en el pasado reciente. Me gusta el teatro acá. Tiene cierta ... no sé, energía es la palabra que se me ocurre.
Estoy leyendo Goya escrito por Lion Feuchtwanger que les recomiendo (lo compré en Sophos o Artemis). No me gustan las biografías pero si es algo escrito por Feuchtwanger, lo leo. Es una novela biográfica, no una biografía en sí. Como siempre, Feuchtwanger se mete--nos mete--en la cabeza de Goya y uno vive sus pasiones y frustraciones. Pero no es solo sobre Goya o me moriría del tedio, sino una crítica de la época y los conflictos entre fuerzas conservadoras y corrientes progresivas. Muy parecidos, a su modo, a los que seguimos viviendo hoy día.
Para haber sido un escritor de la primera mitad del siglo veinte, Feuchtwanger se siente muy moderno. Buen escritor. Además, me estoy cansando del hyperrealismo ya tan endémico. Escritores queriendo ser entes brutales a lo American Psycho. Puede estar bien escrito y eso siempre se disfruta, pero simplemente ya no se siente tan fresco como en los 90s.
A veces hay que regresar a los autores de antaño para recalibrar los gustos y las emociones. ¿No creén? Por ejemplo, escuchar a Bach me da una nueva percepción de Metallica. Ambos me "engazan" como dicen mis sobrinos. Así de simple.
Les recomiendo estos tres blogs para leer cuentos cortos/ensayos de varios estilos:
Cuentos Pajeros
Noticias para Dios (que se fue sin despedirse)
Fe de Rata
No es una recomendación imparcial, pues los 3 me caen bien y uno es cuate, pero es recomendación sincera.
Los dejo con una foto de la exhibición de escultura del año pasado. Estuvo muy bonita y diversa. No se pierdan la de este año. La escultura siempre le deja a uno algo, aunque sea ver como otros conciben las formas y las hacen materia tangible.
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