TODA el área va a estar re alegre, incluyendo los cafés y bares del Pasaje Aycinena y los alrededores. Llegen temprano para encontrar parqueo. (En el parqueo techado de Hotel Quality Service, 8a calle entre 4a y 3a avenidas, pueden dejar su carro con seguridad).
O vénganse en taxi. Créanme que es re fácil conseguir taxi de regreso si no viven por aqui.
También nos informa El Socialité, cuyo interesante blog visito con frecuencia, que el jueves 20 a las 6 pm hay un evento en la U.P. titulado Develación de 3 Fotografias. Yo tengo planeado ir al concierto en la catedral ese día, pero si alguno de ustedes va al evento de la UP, cuéntenme que tal estuvo. ¡Lástima que no tengo un alter ego que me permita estar en varios lados al mismo tiempo!
Ahora si, aqui les voy con la tremenda nerdada. A ver si me aguantan.
Síganme la onda con esto que al principio les va parecer un poco enredado pero al final tiene sentido (espero). Un artículo que acabo de leer en The Nation sobre la ciudad de New York coincide con lo que está sucediendo en algunos espacios públicos del centro.
Un espacio público no es solamente un espacio abierto para que el público a salga a la calle. Es un espacio que debe de ser creado con intención y ser sostenible. En otras palabras, los espacios públicos deben de ser construídos, rara vez son espontáneos o naturales.
O sea, son todo lo contrario a una asignación de espacio hecha con desinterés o por descarte, como por ejemplo que tras construir edificios se asigne un espacio que haya sobrado como "area pública" sin que se haya pensado en como integrarla creativamente con los habitantes.
Se necesita, para crear un espacio público sostenible, crearlo de manera que invoque democracia (en el concepto de Benjamin Barber), que atraiga el uso y lo haga "público" en el sentido más profundo de la palabra: que hayan cosas en común, espacio compartido, interacción, convectividad y comunidad.
Para que se den estos espacios, es necesario que haya más inversión pública y una mayor comprensión del rol que las artes juegan en provocar que la inversión pública se utilice creativamente.
El rol de los artistas en la creación de espacio público no es solamente el de instalar alguna exhibición, o una escultura, etc. Es, más bien, el de visualizar un espacio en donde los visitantes se sientan "invitados" (pero sin sentirse obligados) a moverse de cierta forma, inspirados a usar el espacio a la vez que lo disfrutan.
O sea, se invita a la gente a jugar con el espacio, a jugar/interactuar con extraños, a ver a otros con una mirada fresca, sentarse a descansar, etc. El comercio contribuye al espacio público en este sentido, pero no es la razón principal del mismo, pues la razón de su existir es para que el público salga de su espacio privado para interactuar con y disfrutar de otros.
¿A qué viene toda esta verborrea teórica?
Se me vino a la mente cuando, sentada en las gradas del Centro Culural Metropolitano, e interactuando con toda la gente que iba y venia durante la primera noche del Festival del Centro Histórico, vi como el colectivo de .618 (punto seis dieciocho) puso una plantilla de zebra (ver fotos superiores) a lo ancho de la 7a avenida para crear una coneccción gráfica de la entrada de Correos con la Casa Ibargüen.
A este evento le llamaron una intervención pública.
La zebra la pintó el público. Habían desde niños hasta adultos, estudiantes de "la Marro" y de la USAC, vendedores de la calle, profesionales, una señora rubia muy elegante en unos tacones tan altos que estabamos haciendo apuestas a ver a que hora se caía alli encuclillada pintando sobre la plantilla, pero perdí la apuesta pues terminó de pintar sin caerse.
En fin, la gente participaba, observaba, se reia, bromeaban entre todos.
Eso es invitar a la democracia e interacción: durante ese rato, en ese espacio público, todos eran iguales, todos pintaban (jugaban), creaban, e interactuaban. El resultado es algo placentero de ver para los transeuntes y no es prohibitivo, pues como pueden ver en una de las fotos, peatones y carros pasan encima.
Festivales como el del Centro Histórico, con sus conciertos de organillos y marimba, teatro, feria de libros usados, danza, eventos en la Plaza Mayor, conciertos de rock y música sacra, aperturas de galerías y de exhibiciones, etc., traen al mismo espacio a nacionales y extranjeros, a gente de diferentes ámbitos sociales, edades, gustos, etc. Casi todos los eventos son gratis.
Lo mismo se ve día a día en los diferentes lugares del Centro Histórico: museos, librerías de libros usados, cafés y bares, centros culturales con cursos de arte, artesanías, cocina y clases de drama. Todo mezclado con lustrabotas, vendedores de shucos y de licas pirateadas. Siempre hay alguna obra de teatro o festival de cine los fines de semana, algunos libres de costo.
Hay incluso cursos, en el Paraninfo y Centro Cultural Metropolitano, los días sábados y en algunos casos, domingos también, como en la famosa Escuela del Cerrito del Carmen, que ahora ofrece clases de guitarra y muchas otras cosas.
El centro tiene todo lo necesario para ser habitable y convertirse en verdadero espacio público. Hay panaderías, supermercados, vivienda, apartamentos nuevos, farmacias, gasolineras, sanatorios, clínicas, mercados, colegios y escuelas. La gente tiene que interactuar más por que se camina más.
Lo que se está viendo crecer en el centro, dando sus primeros pasos, es lo que se llama comunidad. Ésta solo florece cuando hay espacios públicos compartidos. Los artístas juegan un rol muy importante en su desarrollo. Apoyémosles y participemos más, pues nos beneficia a todos.
Jajaaj gracias por la nota. Yo TENGO que ir. Primero por trabajo y segundo por añoranza jajaaj
ReplyDeleteGRacias por compartir los eventos. Tienes razon a veces dan ganas de desdoblarse... o estar un ratito en cada uno jajaja